Estimada Comunidad Académica

Reciban un abrazo de mi parte y estas palabras que escribo con cariño.

Es bastante inspirador escuchar que nuestros técnicos laborales certificados en el PoliCohan no solo logran engancharse en trabajos propios de su quehacer, sino que logran cumplir sus metas.  Hace unos meses vino a visitarnos uno de estos chicos que había alcanzado su certificación el año pasado y estaba cargado de emoción, dado que había pasado a la Universidad de Antioquia y sentía que sus estudios técnicos lo habían enrutado para iniciar sus estudios como profesional en enfermería.  Este joven sonriente nos contaba la historia y recordaba que los primeros contactos con el sector salud lo convencieron del sentido y vocación de los que estaba haciendo, para nosotros era ver a un joven tomar un camino que seguramente lo llevará a aprendizajes muy importantes en su vida.

Lo mismo ocurrió con unos compañeros de clase, ya en su rol como Técnicos en Servicios Farmacéuticos que comenzaron a trabajar en una droguería veterinaria y que buscaban en la Institución una actualización en dicha área.  Con ellos, observamos que existen mercados laborales crecientes que le darán oportunidad a nuestros técnicos para encontrar trabajos dignos y de gran importancia para el desarrollo del sistema de salud de nuestro país.

Cada día escuchamos las historias de nuestros egresados, que tanto en Colombia como en otros países encaran el contexto de la salud y el cuidado de una manera responsable y comprometida, nunca librada de retos, pero siempre llena de posibilidades y satisfacción.

Estas historias son las que potencialmente veo en nuestros estudiantes de Servicios Farmacéuticos, Auxiliar de Enfermería, Administrativo en Salud y Cuidado del Adulto, aprendices que con su disciplina, alegría y buen ánimo participan en sus clases, vivencian sus prácticas y comparten en los salones y pasillos del Poli, impulsados por profundas razones que los mueven a ellos y sus familias.

Esta carta está dirigida para todos esos jóvenes sobresalientes que se encuentran matriculados en el PoliCohan y de los cuales nos sentimos orgullosos, porque son una historia que se está contando y que cuando la recordemos nos alegrará el corazón.

Con Cariño,

Andrés Felipe Londoño Vélez

Rector